Hace 7 años en abril, quedó al descubierto un hecho escalofriante en nuestra zona, y que el diario La Cuarta le dio un espacio entre
sus noticias. Se trata del recordado caso de la “Cocinera de Molina”,
protagonizado por Roxana Valdés Caro.
Esta mujer de 39 años
asesinó de un disparo a su pareja, lo desmembró y luego hirvió sus
restos en una olla. Los hechos ocurrieron en la población San Hilario, en
Molina.
Ante la angustia de no saber qué hacer con los restos, esta comerciante y madre de un bebé de 8 meses se entregó a la policía
confesando todo lo sucedido.
Según el relato de la homicida todo se habría producido a
raíz de una discusión, una supuesta
sustracción de 5 millones de pesos por parte del hombre, Claudio Muñoz Ramírez, de 43 años, y una seguidilla de continuos
maltratos.
En un relato que sorprendió a los policías, Roxana detalló
su proceder tras el baleo mortal.
Primero, cercenó las extremidades y la cabeza de la víctima;
luego, hirvió las partes en una olla de 50 litros durante varias horas. Según
explicó, de este modo evitaría el derramamiento de sangre.
Paso todo el fin de semana con los restos de quien fuera su
pareja, luego los metió en bolsas de basura para trasladarlos a un sitio eriazo
de Talca, lejos de su vivienda. En el camino, echó pie atrás y se presentó ante
las autoridades.
El Ministerio Público solicitó 15 años de prisión para la
mujer, imputada por el delito de parricidio.
Sin embargo, el jueves 30 de abril de 2015 -hace exactos
seis años- el Tribunal Oral en lo Penal de Curicó dictó seis años de presidio
mayor en su grado mínimo en contra de Roxana Valdés Caro.
En julio de 2018, se confirmó una información que indignó a
la comunidad de Molina: Valdés Caro quedó en libertad condicional luego de
acceder a beneficios intrapenitenciarios.
Juan Carlos Cárdenas, abogado que la representó en el juicio, detalló en aquella ocasión que “ella solicitó, según el derecho que tiene, beneficios intracarcelarios, que no da el tribunal, sino que los da Gendarmería”.
Fotografía: La Cuarta