Para evitar más contagios, las medidas de seguridad también
llegaron a las cárceles del país, un tema no sólo importante sino que además
urgente, debido al hacinamiento en que
viven los reclusos.
Por ellos desde hace 12 días que se prohibieron las visitas presenciales a todos
los Centros Penitenciarios. En
el caso de la región del Maule, se comenzó inmediatamente a tomar esta medida la
que fue bien recibida e incluso muchos internos la pedían, entendiendo que la
salud está primero.
Al respecto el Director Regional de
Gendarmería, Coronel José Luis Meza Guajardo indicó “En todos los penales de la
región, ya contamos con el sistema de video-visitas a través de computadores
dispuestos para este fin. Adicionalmente, en algunos recintos se aumentaron los
teléfonos públicos. Todo con el fin de compensar la falta de visitas
presenciales, tan importantes, para nuestros privados de libertad”.
Pero además en la
cárcel de Molina, adicional a lo ya mencionado tuvo buena aceptación entre
la población penal otra modalidad que fue autorizada por Gendarmería y el
Ministerio de Justicia: las video-visitas, a través de celulares, controlados
por la Institución dentro del recinto.
A la fecha Molina es la única unidad
penal de la región, que ha incorporado este sistema, respecto a cómo surge esta
iniciativa, se refirió su Jefe de Unidad, Capitán Néstor González “Comenzamos a
socializar esta medida hace algunas semanas, cuando se aprobaron desde el nivel
central todas las modalidades. Nuestros usuarios se mostraron muy favorables a
este sistema, y lo prefirieron por sobre los otros, señalando que para sus
familiares esto era lo más práctico.”
Alfonso Paredes es interno de Molina,
quien agradeció esta alternativa para comunicarse “Estamos en una situación
grave como país, por lo que no tenemos visitas, y Gendarmería nos dio esta
posibilidad y acá hemos podido comunicarnos todos los días con nuestras
familias y eso se agradece por que se extraña…más con todo lo que está
pasando”.
¿Cómo
Opera?
Hace ya tres semanas que
funciona el sistema de comunicación por celular en el Penal de
Molina. Para implementarlo, los reclusos se organizaron para adquirir un
aparato celular por colectivo, el que queda en custodia de personal de
Gendarmería.
Se
elaboró un calendario por colectivo, con el fin de que todos accedan a las
video-llamadas por celular. A su vez, cada privado de libertad tiene 10 minutos
para comunicarse, en un sector de la guardia interna, que se habilitó para este
fin, bajo control de un funcionario. Posterior a los llamados, el teléfono
vuelve a quedar en manos del Alcaide de la Unidad.