En 1979  China vivió lo que se denominó una superpoblación, por lo que el gobierno limitó a las parejas a tener solamente un hijo.  

Sin embargo, los índices de natalidad empezaron a disminuir y en 2016 se autorizó a tener dos hijos por familia. Pese a la medida dispuesta, el último censo demostró que no había dado resultado y por eso, el gobierno tomó una drástica medida.

Luego de seis años, el país marcó un nuevo hito en su historia. En una reunión de altos funcionarios del Partido Comunista, el presidente Xi Jinping autorizó a las parejas a tener tres hijos. La agencia Xinhua detalló que la medida contará con apoyo del Estado con el objetivo de “mejorar la estructura de la población”.

De esa manera, China espera hacer frente al envejecimiento de la población y “mantener la ventaja, la dotación de recursos humanos”, detalló. Pese a las expectativas del Gobierno, el economista Hao Zhou advirtió que el cambio de política no será suficiente y advirtió que si dos hijos no incrementó la tasa de natalidad, tampoco lo harán tres.

Es que a juicio del economista la realidad social del  gigante asiático ha cambiado bastante, actualmente los jóvenes  se encuentran en una sociedad donde el costo de vida es demasiado alto y cuentan con grandes presiones en su vida personal, de manera que eso impide el deseo de tener hijos. Sumado a eso, una amplia generación de la población creció sin tener hermanos y por ende, están acostumbrados a tener familias pequeñas. De manera que ante la nueva posibilidad, prefiere tener un solo hijo y no distribuir sus ingresos en varios.

Fuente: BBC