Este martes la fiscal Marcela Cartagena, quien lleva el caso de la muerte del pequeño Tomás Bravo,  se reunió con los padres del menor y también con los abogados de ambos para comunicarles los avances de la investigación sobre la desaparición y fallecimiento  del niño hace ya seis meses.

La fiscalía informó que hay evidencia científica que asegura que el niño no murió accidentalmente y que sí hubo intervención de terceras personas.

Desde el órgano persecutor no entregaron detalles de los avances en la investigación, y pidieron a la familia no hacerlo tampoco para asegurar el éxito de la investigación.

Recordar que el pequeño desapareció el pasado miércoles 17 de febrero cuando salió desde su casa junto a su tío abuelo en el sector de Caripilún

De acuerdo al relato de dicho familiar, uno de los animales se escapó, por lo que éste le pidió al niño que se quedara donde estaba mientras él iba solo a buscar al vacuno.

Cerca de 15 minutos habría estado solo el niño, instancia en la que desapareció. De forma inmediata, familiares y amigos comenzaron una búsqueda desenfrenada, sin resultados positivos.

Tras una intensa búsqueda, el cuerpo del pequeño fue encontrado el 26 de febrero, en una zanja del río Paqui.

Los restos de la víctima fueron encontrados en una zona que no había sido periciada y próxima a un galpón del sector, ubicado a aproximadamente dos kilómetros del lugar donde había desaparecido el niño.

A mediados de marzo, el tío abuelo del niño fue el único imputado en la causa, quedando en libertad y sin ninguna medida cautelar, luego de que la Corte de Apelaciones de Concepción considerara diversas incongruencias y falta de rigurosidad en algunos aspectos de la investigación. Esto motivó hasta que peritos extranjeros trabajaran en la causa durante el periodo de indagatorias, el cual vence este miércoles.