Como César Lagos así fue identificado el supuesto pastor que este miércoles recién pasado fingió un atropello para evitar ser fiscalizado por la realización de un culto clandestino en Los Ángeles.
La insólita acción realizada por el religioso, quien junto a
cerca de 30 personas estaba participando de la misa pese a las restricciones
sanitarias, quedó grabada en un video que fue viralizado rápidamente por redes
sociales.
En una entrevista hoy en el matinal de Chilevisión “Contigo en la Mañana”, dejó muy en claro que él no es pastor. “Todo esto se ha prestado para el show, pero yo no soy pastor, tengo dos años en el evangelio y estoy siendo perfeccionado, soy un simple hermano del señor que me rescató de las tinieblas”, precisó.
Y añadió, “he
cometido un error lo admito, el que esté libre de pecado que tire la primera
piedra, quiero pedirle perdón a todo el mundo, me han hecho pebre, ustedes se
han reído (…) pero yo también me he reído de usted, de su separación, de su
señora”, precisó.
“Yo los he escuchado con bastante atención, y bueno quiero
pedir perdón a Dios, al mundo cristiano, al Ejército, al funcionario militar, a
mi familia”, comentó Lagos.
“Vengo de un mundo cruel, donde había tenido problemas
familiares, estuve involucrado en el alcohol y en la droga”, reflexionó el
creyente evangélico.
Julio César arremetió y sostuvo que a veces la gente pasa
pidiendo perdón, pero no cambia. Acá la conversación comenzó a cambiar.
“Está bien pedir perdón, pero hay que buscar ayuda”, dijo
Rodríguez, y al momento Monserrat Álvarez salió en defensa de Lagos: “pero
Julio, también tenemos que darle la oportunidad a los hombres que han sido
violentos”.
Tanto el aludido como otro detenido fueron formalizados por tres delitos: agresión contra un militar en ejercicio, lesiones menos graves producidas al mismo e infracción al artículo 318.
Por su parte, el intendente del Biobío, Patricio Kuhn,
calificó lo hecho del religioso y los asistentes como “una responsabilidad casi de
carácter criminal”.