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Jóvenes científicos fueron los que hicieron posible la misión Apolo 11

La edad promedio de los ingenieros en el centro de control del Proyecto Apolo era 27 años.




Hace 50 años, específicamente el 20 de julio de 1969 el astronauta Neil Armstrong, seguido poco después por su colega Edwin “Buzz” Aldrin, dejó la primera huella humana en la superficie lunar, mientras el tercer integrante de la misión, Michael Collins, daba vueltas a la Luna en el módulo de mando.

Aquel “paso gigante para la humanidad”, en las célebres palabras de Armstrong, es tal vez la imagen más recordada de Apolo 11.

Pero uno de los roles cruciales fue desempeñado por los llamados “controladores de vuelo”, los ingenieros en el centro de control de la misión en Houston, Texas. Ellos venían de diferentes rincones de Estados Unidos y poseían conocimientos en campos distintos, pero tenían algo crucial en común: su juventud.

“La edad promedio de los ingenieros en el centro de control del Proyecto Apolo era 27 años”, según el director de vuelo Glynn Lunney. Sin embargo, para la NASA, colocar tamaña responsabilidad en jóvenes que estaban recién salidos de la universidad no era un riesgo, sino una ventaja.

“Casi todo el mundo fue contratado en base a su currículum, sin entrevistas. Mirábamos las postulaciones y decíamos: Esta persona puede ir a tal departamento o a tal otro”, señaló en una entrevista de archivo el director de vuelo Gene Kranz, uno de los jefes de los controladores.

La agencia espacial estadounidense contrató de esa manera jóvenes graduados en física, matemáticas, ingeniería y todos los campos necesarios para la misión.La idea era poner sus capacidades a prueba en la línea de fuego del trabajo.

Fuente: BBC Mundo

Ricardo Yáñez
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