Un caso realmente indignante fue lo que sucedió en un restaurante en Estados Unidos, por lo menos así  lo indicó la ciudadanía. Es que una mujer fue echada del local por estar amamantando a su hijo.

Ruby Meeden y su esposo Aaron acudieron a comer junto a su hijo y mientras esperaban los platos, el pequeño comenzó a llorar.

Ante esto, la mujer comenzó a amamantarle, colocándose de frente a una pared, dándole la espalda a las demás personas que se encontraban allí, eso es lo que informa el portal 20 Minutos.

Pero es aquí donde la historia da un vuelco reprochable. Apareció el dueño del restaurante, quien se acercó a ella y la expulsó de forma airada del local, sin explicarle los motivos de su enojo.

Frente a lo ocurrido, Aaron escribió una mala reseña del recinto en Google. “Nos dijeron que nos fuéramos y nunca regresáramos, después de estar sentados durante 45 minutos esperando el servicio con mi sobrina de seis años y mi hijo de dos años”, expresó.

“No nos dieron una razón de por qué, así que dejamos una reseña en Google. Una estrella”, explicó.

Dicha reseña fue respondida por el dueño del restaurante, quien señaló lo siguiente: “Nunca más traigas a tus hijos a amamantar aquí”.

“Mi restaurante, mis reglas. Se gente decente, no como animales, hay lugares para todo y este lugar no es para amamantar a tus hijos, lo siento”, concluyó.

La situación vivida fue compartida en redes sociales. Esto derivó en que decenas de personas llegaran a protestar frente al restaurante, el cual decidió cerrar sus puertas.

Foto: referencial