Un día como hoy, 5 de febrero, pero de 1967, Violeta Parra tomó un revolver brasileño que guardaba, apuntó en la sien derecha, y lanzó un disparo que le quitó la vida… así de una.
Por muchos años se ha tomado el tema del suicidio en nuestro país como un verdadero tema “tabú”. Algo de lo que no se puede hablar. Pero en las personas que sufren algún problema de Salud Mental es una alternativa para una situación angustiosa que se escapa del propio control, y que necesita ser conversada, escuchada y atendida
Un día como hoy faltando 15 minutos para las 18:00 horas la
primera folclorista reconocida fuera de nuestro país, decidió dejar esta existencia por voluntad
propia. Lo cierto es que en ese verano, la artista no lo pasó bien. «Violeta se
sentía sola -escribe el periodista Víctor Herrero en la celebrada biografía
Después de vivir un siglo-. Sus hijos habían partido de veraneo a la playa.
Aunque Ángel e Isabel la invitaron, ella no quiso ir»
Conversando con un siquiatra del área de Salud Mental del Hospital Regional de Talca, todos o
la gran mayoría de las personas, en algún momento de nuestras vidas hemos
pensado en quitarnos la vida, pero de ahí a tener una “ideación suicida” hay un
mundo de diferencia.
«Un balazo en la sien derecha apagó ayer para siempre la voz
y el arte imperecederos de Violeta Parra, la menuda artista de Chile que hace
algunos meses asombró a los habitantes de París con sus canciones vernaculares,
propias de esa tierra para muchos ellos desconocida, que queda al fin del
mundo», publicó ese día el diario La Tercera.
Es que la “ideación suicida” tiene que ver con un
pensamiento permanente de quitarte la vida, algo recurrente que te pesa día
tras día. Un gran mito que hay al respecto según la Organización Panamericana
de la Salud, es que quienes hablan de
suicidio no tienen la intención de cometerlo. La verdad es que según este organismo, “quienes hablan de suicidio pueden estar
pidiendo así ayuda o apoyo. Un número significativo de personas que contemplan
el suicidio presentan ansiedad, depresión y desesperanza y pueden considerar
que carecen de otra opción”
Junto al cuerpo se encontró una carta, manchada de sangre,
dirigida a Nicanor. Allí expuso sus razones. La misiva se mantuvo lejos del
dominio público hasta que fue revelada por la periodista Sabine Drysdale para
el libro Extremas (UDP). Allí se leen sus últimas, directas y punzantes
palabras:
«No tuve nada. Lo di todo. Quise dar, no encontré quien
recibiera», explica. También explicó la razón para quitarse la vida. Tal vez,
intuyó que le achacarían una pena del corazón. Por ello fue al grano: «Yo no me
suicido por amor. Lo hago por el orgullo que rebalsa a los mediocres».
¿ Pero porqué problema de Salud Mental habría estado pasando? ¿ hasta dónde se habría extendido su arte de haber estado más tiempo con nosotros… más tiempo con nuestra Violeta Parra?