Desde el pasado 27 de abril, las comunas de Cañete, Contulmo y Tirúa, ubicadas en la Región del Biobío, han estado bajo toque de queda, una acción impuesta por el Gobierno tras el trágico asesinato de tres miembros de Carabineros. Más de una semana después, la medida continúa en vigor y su extensión dependerá de la necesidad, según lo anunciado por las autoridades.
La investigación del crimen sigue activa, con un amplio despliegue de recursos en la zona y un refuerzo en la seguridad. Este martes, la delegada regional Daniela Dresdner se reunió con los alcaldes de las comunas del sur de la Provincia de Arauco para evaluar la efectividad del toque de queda. Según Dresdner, los líderes comunales expresaron su conformidad con la medida, aunque hubo algunas dificultades iniciales con los horarios que se han ido resolviendo.
Actualmente, el toque de queda rige desde la medianoche hasta las 6:00 horas. Respecto a su duración, Dresdner explicó que se discutió en una mesa interagencial, donde las policías y las Fuerzas Armadas concordaron en mantenerlo mientras sea necesario para la investigación en curso y para garantizar la seguridad ciudadana.
Aunque no se han reportado detenciones durante el toque de queda, se han realizado controles, principalmente de identidad. Dresdner informó que la mayoría de las personas controladas tenían salvoconducto, y los casos sin permiso estaban relacionados con confusiones en los horarios.
Estas reuniones también sirvieron para analizar cómo las comunidades han afrontado las restricciones de movilidad. En este sentido, se resaltó la importancia de recopilar información para ajustar las medidas según las necesidades locales.