En plena noche de Año Nuevo una menor de tan sólo 7 años salvó de morir gracias a un celular que la protegió de una “bala loca” que ingreso por el techo de su casa, en la comuna de San Ramón, región Metropolitana.
“El celular salvó a la niñita porque ella estaba jugando con el teléfono y si no fuera por eso, la hubiese impactado a ella”, preció el subcomisario de la Brigada de Homicidios de la PDI, Cristian Tur.
Pero lamentablemente un niño de 8 años, quien jugaba en la plaza de La Granja corrió peor suerte, también en la noche de Año Nuevo. El proyectil que recibió le ocasionó lesiones en su médula espinal. El menor se encuentra internado en Hospital Sótero del Río. “El niño estaba vuelto loco, con dolores y gritaba que no se quería morir”, señaló su madre.
De igual forma, una pequeña en San Ramón resultó con una herida por el roce de una bala. Además la fiscalía indicó un cuarto caso que afectó a un menor de 12 años que permanece hospitalizado, pero fuera de riesgo vital, en el Hospital Exequiel González Cortés.
Es que es tal la similitud de los hechos que el Ministerio Público decidió agruparlos para presentar una demanda por todos estos casos que tienen el mismo perfil policial, y por sobre todo el mismo día.