Sabías que los recuerdos pueden transformarse en un verdadero aliado para ser realmente feliz ¿ Es que cómo olvidar una exquisita comida? ¿O el primer beso lleno de amor y pasión?
“Los recuerdos son los pilares de nuestra identidad. Son el pegamento que nos permite entender y sentir que somos la misma persona a lo largo del tiempo. Son un superpoder que nos lleva a viajar en el tiempo y nos libera de las limitaciones del momento presente. Modelan quiénes somos y cómo actuamos, influyen en nuestro estado de ánimo y nos ayudan a formular sueños con vistas al futuro”, así lo señala el danés Meik Wiking quien el año pasado publicó el libro el ‘El arte de crear recuerdo. Cómo hacer de tu memoria un aliado para ser más feliz’ (Libros Cúpula).
Wiking fundó el 2011 el Happiness Research Institute, el primer Instituto de investigación de la felicidad del mundo, en Copenhague, y contribuye anualmente al informe de la felicidad mundial de la ONU. Licenciado en Empresariales trabajó para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca y ha escrito diversos libros e informes sobre la felicidad, el bienestar subjetivo y la calidad de vida, además de dar conferencias por todo el mundo.
Según el autor, la felicidad a largo plazo puede depender de nuestra capacidad de crear un relato positivo de la propia vida. Meik Wiking responde en este libro a una pregunta muy concreta: ¿De qué están hechos los recuerdos felices? Para ello existen algunos ingredientes que dan a nuestros recuerdos la categoría de “recuerdo feliz”:
3. Externaliza tus recuerdos. Escribir, hacer fotografías, grabar, coleccionar… Cualquier idea es buena a la hora de conservar nuestros recuerdos físicamente. Una encuesta reveló que el objeto más común que las personas salvarían de su casa en llamas es su álbum de fotos, y es que las fotografías son la llave que abre la cámara de los recuerdos.
Fotografía: Rincón de la Psicología y La Razón