Lo que sucedió fue un hecho inédito para la justicia chilena y también para nuestra historia, es que el Segundo Juzgado Civil de Familia de Santiago ordenó al Registro Civil poder inscribir a un niño de dos años como hijo de dos mujeres.
De acuerdo a la resolución, a la cual tuvo acceso La Tercera, se indica que “el deber del Estado chileno es otorgar protección, sin discriminación, a todas las formas de familia que existan, y esforzarse por integrarlas a la vida nacional”.
Este hecho se debió a que hace cerca de tres años atrás, el Registro Civil rechazó la inscripción del menor de edad argumentando que el sistema nacional únicamente permite que el proceso sea bajo un padre y una madre.
“Es esencial que el estado civil de un hijo que nace y crece en una familia encabezada por personas del mismo sexo, que han expresado voluntad de procrear, coincida con su filiación legal y se vea reflejada en sus documentos de identificación”, agregó el Juzgado de Familia de Santiago.
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