La ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, ha restado importancia a los posibles efectos negativos en las relaciones con la oposición después del polémico anuncio realizado por el presidente Gabriel Boric acerca del aborto legal durante su Cuenta Pública. A pesar de que algunos diputados mostraron su descontento abandonando el Salón Plenario del Congreso mientras se pronunciaba el discurso presidencial, Vallejo no prevé mayores consecuencias para el trabajo conjunto en otras áreas legislativas.
El llamado a reconocer "el derecho a decidir" de las mujeres hecho por Boric generó un inmediato rechazo entre ciertos sectores políticos. No solo representantes de derecha expresaron su contrariedad; también desde filas más centristas como la Democracia Cristiana surgieron voces críticas hacia esta iniciativa gubernamental.
En una entrevista concedida al medio Pauta, Vallejo comentó sobre este escenario diciendo que no espera que tales diferencias lleguen al extremo de obstaculizar completamente los procesos legislativos. "No creo que la oposición llegue a paralizar el Congreso, solo por una diferencia con el Gobierno; sería muy irresponsable", afirmó.
Además, enfatizó en que es poco probable que agrupaciones como Chile Vamos bloqueen iniciativas importantes como aumentos en pensiones o medidas urgentes relacionadas con seguridad pública debido a discrepancias específicas sobre temas como el aborto.
Vallejo concluyó señalando confianza en que estas divergencias no eclipsarán otros asuntos prioritarios para los ciudadanos y ciudadanas chilenos. La ministra percibe lo ocurrido más bien como una respuesta emocional inicial ante un tema sensible pero cree firmemente en la capacidad y responsabilidad política para continuar avanzando conjuntamente en otros frentes cruciales para Chile.