La verdad de las cosas es que las personas que trabajan,  pasan más horas en su puesto laboral, que con su propia familia. Por ello llevarse bien con los compañeros es conveniente para tener un mejor ambiente.

Pero las conversaciones de pasillo sobre lo lento que trabajan algunos, o lo mejor que ganan otros, lo tarde que llega la secretaria de gerencia, lo mal que se visten ciertos jefes, esas quejas o “pelambres”  podrían ser buenas para la salud mental, además de mejorar nuestra productividad. Qué increíble!!!!

 Eva Rimbau, profesora de Economía y Empresa de la Universidad a Distancia, explica “Si tu disgusto se debe a que intentas mejorar tu productividad o la de tu empresa, es probable que, si sabes plantearla, sea bien recibida”. Además Gina Ara, profesora del Máster de Dirección y Gestiónde Recursos Humanos de la Universidad Oberta de Cataluña , añade: “el trabajador debe ser asertivo si quiere que sus problemas se tengan en cuenta”.

Por otra parte Vanessa Pouthier, investigadora de la Universidad de Milbourne, Australia, se encargó de estudiar a profesionales de la salud en un hospital de Estados Unidos durante todo un año. Como resultado la doctora descubrió que lamentarse o bromear sobre el trabajo puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y construir mejores relaciones entre compañeros.

En resumen, hablar mal de tu trabajo puede aliviar un poco el estrés, construir mejores relaciones humanas y aumentar la productividad. Eso sí, sin convertirte en una persona tóxica para el resto de tus colegas. Ok???