En un esfuerzo por abordar la situación económica que enfrenta el sistema privado de salud, la Superintendencia de Salud ha establecido un tope máximo de ajuste de precios para las Instituciones de Salud Previsional (Isapres). Este martes, a través del Diario Oficial, se hizo público que dicho tope se fijó en un 7,4%, casi tres veces mayor que el establecido el año anterior, que fue del 2,6%.
Según información proporcionada por fuentes de la industria, el sistema privado de salud se encuentra actualmente en medio de una crisis económica, con una deuda que se estima en unos 1.300 millones de dólares. Ante este panorama, la Superintendencia de Salud ha tomado medidas para regular el ajuste de precios de los planes de salud ofrecidos por las Isapres con el objetivo de asegurar su sostenibilidad financiera.
Esta medida se enmarca dentro de un contexto más amplio de acciones legislativas dirigidas al sector de la salud privada. En diciembre pasado, el Senado aprobó la llamada "ley miscelánea", que incluyó una serie de medidas destinadas a abordar diversos aspectos del sistema de salud. Entre estas medidas se encontraba la modificación del procedimiento para la fijación del Índice de Costos de la Salud (ICSA), que generó un intenso debate entre los legisladores.
Algunos legisladores consideraron que estas medidas podrían interpretarse como un "salvataje a las Isapres", mientras que otros argumentaron que eran necesarias para evitar una mayor crisis en el negocio de la salud privada. Entre los cambios introducidos en el cálculo del ICSA se incluyó el adelanto desde julio a abril de su aplicación, así como la exclusión de los costos de las prestaciones Fonasa Libre Elección y la frecuencia de uso.