Tribunal de Talca no acoge petición de fiscalía de ejecutar prisión preventiva para sacerdorte Luciano Arriagada por un presunto delito de connotación sexual a un menor, que se encuentra bajo medidas de protección y reparación.
Sin embargo, el tribunal dictaminó sólo dos medidas cautelares para el padre Arriagada, como la prohibición de salir del país, y la prohibición de acercarse al menor. El fiscal del caso Gonzalo Pino argumentó que “el sacerdote tocaba partes íntimas del menor cuando él cursaba sexto y séptimo año básica”. El hecho habría ocurrido en dos ocasiones entre los años 2014 y 2015. La Fiscalía estudia apelar a la resolución ante la Corte de Apelaciones .
Otro antecedente de relevancia es que, desde agosto del año pasado, el padre Arriagada fue objeto de una investigación previa instruida por el administrador apostólico de Talca, obispo Galo Fernández. A la fecha, la denuncia fue declarada creíble, pero falta que termine el procedimiento administrativo canónico en el Vaticano.
En todo caso, el mismo obispo dispuso –también hace un año- la imposición de medidas cautelares contra este sacerdote, como la suspensión del ejercicio público del ministerio pastoral, por lo cual, fue inmediatamente apartado de sus labores parroquiales.
Antes de ser suspendido, el sacerdote ejercía como párroco en Duao, Maule y Colín, a lo que se sumaba la tutela de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Talca.