La naturaleza nunca deja de sorprender, un grupo de abejas atacaron a una manada de pingüinos en las cercanías de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, matando a 63 de estas aves, que en dicha zona del mundo se encuentran en peligro de extinción.

Los científicos supieron la razón de la muerte de estos animales, luego de que les practicaran autopsia. En el procedimiento, se dieron cuenta que los cadáveres habían sido picados en los ojos por abejas.

Según publicó el medio británico Daily Star, los restos mortales de las aves se encontraron esparcidos por una playa en Sudáfrica. En un principio los investigadores pensaron que las muertes habían sido provocadas por envenenamiento, pero, posteriormente, se hallaron pequeñas picaduras de abeja alrededor de los ojos de los pingüinos.

La masacre sorprendió a los conservacionistas: las abejas normalmente no atacan a las aves. Creen que uno de los pingüinos pudo haber desencadenado la carnicería al perturbar una colonia de abejas melíferas en Boulders Beach, cerca de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. La primera picadura habría liberado una feromona de alarma que atraería a otros a unirse al ataque.

Esta lamentable situación es un duro golpe para los conservacionistas quienes están muy preocupados debido a que los pingüinos africanos son una especie clasificada como en peligro de extinción.

Se presume que este tipo de pingüinos estaría en vías de extinción funcional para 2035 si continúa la disminución de la población. El veterinario David Roberts, que examinó a las aves, dijo que “las picaduras eran tan pequeñas que podríamos haberlas pasado por alto”.

Enseguida añadió que “luego revisamos los otros cuerpos y encontramos picaduras aún incrustadas alrededor de los ojos en casi todas las aves. Encontramos más de 20 picaduras en algunos individuos”. Una inspección adicional de la playa descubrió un gran número de abejas muertas del Cabo, una especie nativa de las provincias del Cabo Occidental y Oriental de Sudáfrica.

Fotografía: www.meganoticias.cl / AFP